Erika Irusta, Santurce 1983, es pedagoga especializada en menstruación y su blog El camino rubí es la principal referencia en castellano sobre el ciclo menstrual. Virginia Rodrigo es una multiinstrumentista que este año lidera su primer proyecto en solitario Percuautora, con un primer EP del mismo nombre con el que ahora mismo está haciendo su gira. Unas horas antes de su concierto en Barcelona del 10 de abril Virginia y Erika tuvieron este libérrimo diálogo.
EI. Hay una cosa que me llama mucho la atención de tu música y es que te dedicas un montón al cuerpo. No le cantas a ningún amor maldito, ni a ningún chico. Todo lo que cantas tiene que ver con el cuerpo femenino. ¿Cómo es esto?
VR. Sí, básicamente hablo de mis neurosis, que son muchas y muy variadas, de cosas que me preocupan o que no me cuadran. En el caso de Hipersexualidad. hablo del cuerpo. Hablo de mi, que tengo un cuerpo que también es algo que me define.
EI. ¿En qué crees que te define tener un cuerpo femenino?
VR. En todo y todo el tiempo. Es mi relación con el medio. Tener un cuerpo femenino de determinadas características y dimensiones me condiciona mucho. Nos condiciona a todos.
EI. Tu disco tiene mucha potencia, se escucha a todo volumen… En cuanto a Hipersexualidad esa potencia se demuestra en una música muy sensual. Es una gran crítica a la hipersexualidad misma, y al mismo tiempo has conseguido que tenga ese derramamiento sensual que le da tanto cuerpo.
VR. Ese texto para mi fue fácil de escribir, pero muy difícil de cantar. Es una temática que quizás no es típica. Pensé en hacer una canción melódica pero al final me dije: voy a hacer un reggaetón y lo pongo de frente. Quise darle la vuelta, usar la ironía. Durante el rodaje del video musical de Hipersexualidad pensé algunas veces que quizás se nos había ido un poco de las manos. Pero finalmente creo que la letra tiene la suficiente ironía para que se entienda. Queríamos que el video fuera fuerte pero al mismo tiempo cuidar la estética. Quería algo bonito, que no fuera bizarro. Con todo, por momentos piensas que quizás estas saliendo demasiado guapa o demasiado sexy y temes alejarte del concepto inicial.
EI. El videoclip está bien montado, se entiende la ironía, de lo contrario hubiera resultado algo muy obvio.
VR. A nivel visual no sabíamos cómo enfocar la canción. Pensé en un montón de directores, pero al final encontré a Cecilia Molano. Esta mujer es muy cañera y viene del videoarte más heavy. Para ella mi vídeo es algo ligero en comparación con lo que acostumbra a hacer.
EI. Casi 14.000 visitas.
VR. 15.000 mil. Me gusta el resultado. Es una línea que es crítica, irónica y bonita, al mismo tiempo. Quizás tenemos un problema con lo bonito. Pensamos que no puede transmitir. Pero lo bonito puede ser como un Caballo de Troya. Se puede utilizar también. Es otra herramienta.
Antes de hacerlo público tuve muchos miedos. Pensaba que me iba a caer la del pulpo. Me dije: me van a caer las feministas, los machirulos, me va a caer todo el mundo. Pero al final ha gustado mucho. De algún modo es difícil posicionarse si utilizas esta dicotomía. ¿Para hacer una crítica de la hipersexualidad es necesario salir en imágenes tapada hasta arriba? ¿Es necesario ser fea para hacer esta crítica? Es complicado y no estamos muy preparados. Hay muchos inputs diferentes, sales a la calle guapa y las reacciones no te gustan, te molesta que a los tíos les agrade. Pero son cosas muy diferentes, no creo que haga falta salir con pelos en los sobacos para hacer está reflexión sobre la hipersexualidad.
EI. En este sentido yo creo que nosotras siempre tenemos unas madres simbólicas y nuestra tarea como hijas es evolucionar. ¿Tú crees que tal vez nos estamos moviendo ahora? ¿Nos movemos en no renegar del cuerpo ni de los privilegios que pueda tener el cuerpo? Como en tú caso esos ojos grandes tan hermosos. Si es cierto que esta sociedad te da oportunidades por tu belleza en lugar de rechazarlas siempre se puede decir: De acuerdo tengo estas posibilidades y desde aquí puedo empezar a mover y a sacudir.
VR. En este punto sobre los cánones de belleza estoy en periodo de reflexión. Estoy trabajando en unos textos: “Diario de una mujer guapa”. Reflexiona sobre el hecho de qué supone estar dentro de los cánones y por qué esto no me interesa. Sí, soy guapa y no me siento culpable por eso. Hay miedo, vergüenza, hay un tabú con este tema, pero que no tiene nada que ver conmigo. Es una combinación genética. Esto me ha ayudado y también ha complicado cosas en mi vida. Éste es el cuerpo con el que vengo, este es mi envoltorio y no me voy a tapar porque ya he pasado por eso. Me harté de corrientes feministas que me han obligado a taparme. No lo voy a hacer, voy a hacer lo que me salga del coño.
EI. Yo siempre he tratado de combatir, de ocultar, de tapar y llegas a un punto en el que tu cuerpo ya no es tuyo. Tu video de Hipersexualidad es un reflejo de cómo tú eres: Es muy estético pero al mismo tiempo muy letal.
VR. Hace muy poco la periodista de Cambio 16 me confrontó tal y como sospechaba que me podía pasar. Me decía: “criticas algo que parece que estas utilizando”. Mi lenguaje no es salir con un diente negro haciendo una parodia (que era una opción). Otra opción fue la de salir en una carnicería con Cecilia Morano. Era la idea inicial. Pero la cuestión es que ésa no soy yo. No voy a salir con un saco en la cabeza, no soy así. No quise una carnicería, quería decir algo desde mi energía, que no es punky. Yo no soy punky.
EI. La belleza y sus variables son una cuestión cultural. Tú sabes qué es aquello que te late, con lo que tú te sientes identificada. Creo que es perfecto el ser valiente y no tener miedo a tener una estética en donde tú te puedas sentir bien. Puedes jugar. Todas hemos tenido que renegar de ocupar un cuerpo que no parece tuyo. Bueno mi cuerpo es éste, no me avergüenzo de tener una ráfaga de hormonas, de sangrar cada mes, de tener unas tetas. ¿Mi voz es menos voz porque soy una mujer más canónica?
VR. Hay que reflexionar con honestidad. En este tema hay mucho miedo y falta de honestidad. De pequeña me sentía y me hicieron sentir muy fea, marginada. Es como el tópico de las modelos: todas han sido patitos feos, no es nada original. Si una mujer es modelo y vive de esto porque esta súper buena, pues tranquila. No tiene nada que ver contigo. Es una serie de combinaciones genéticas.
EI. De repente aparece una chica muy guapa y se te hace un nudo en el estómago, a mí me pasa. Lo reconozco. Se puede decir que es un tópico pero esto es real y negarlo es pecar de inocente. ¿Por qué he de pensar mal de esa chica?
VR. ¿Por qué competimos? ¿Por qué somos inseguras? Yo he llegado a esta reflexión sobre la imagen después de sentirme fea, perder la virginidad a los 18 años, ser muy frikie. Parece que voy de sobrada, pero reconozco esta inseguridad en mi misma. Somos inseguras, pero fíjate que es algo muy universal en mujeres y hombres. Somos inseguros y la competencia forma parte de nuestra naturaleza. Somos competitivos, no pasa nada.
EI. Pero ¿qué queremos conseguir compitiendo? Por ejemplo yo puedo estar muy bien con mi pareja y de repente a parece un chico que es atractivo, y después aparece su pareja y la miro con una cara de… bicho. Y me digo ¿Por qué piensas eso? Habiéndome deconstruido tanto, ¿por qué pienso eso? y es súper triste sentir así.
VR. Hay distintas formas de ser, hay gente seductora, su forma de desenvolverse es a través de la seducción y tampoco pasa nada.
EI. Me gusta tener un diálogo sobre el cuerpo y sobre de la honestidad. Yo me dedico al cuerpo y a trabajarlo desde la honestidad, pero hecho en falta que a nivel artístico, esto ocurra. Y veo que todas las canciones de tu disco son muy honestas y lo son a través de tu cuerpo. Por ejemplo, la canción de Adicción, de esta locura de ir rápido, de toda la vida frenética. Y cuando alguien te dice: “tienes este tiempo, si quieres puedes descansar”. No, no me jodas, no puedo descansar.
VR. Este disco habla de una de mis neuras. En este aspecto hay una parte muy positiva que es que me gusta hacer cosas, soy emprendedora. Pero hay una parte de huida, cuando paras estás contigo misma. Detrás de eso hay una huida
EI. ¿Y de qué huyes?
VR. De mí misma, de parar y ver… y sentir.
EI. Con respecto a esto veo la cuestión de la menstruación, indudablemente te voy a preguntar cosas sobre la regla. El cuerpo es una cosa que se impone. Es un amor-odio. En cuanto a esta adicción a la acción, hay cosas que te hacen parar: si tienes un cólico menstrual paras. ¿Cómo vives tú cuando tienes la regla? ¿Paras?
VR. Sí, yo paro cuando me para el cuerpo. Todo lo del cuerpo es lo que trabajo en terapia. Me dicen: “tienes que estar en el cuerpo, vuelve al cuerpo Virginia.” Y yo soy más cabeza. Mi relación con el cuerpo es como de ausencia, mira peso 50 kilos, he perdido 5 kilos y el cuerpo me para porque no he podido poner límites. A mí es el cuerpo el que me para. Todavía no he llegado a la suficiente evolución como para priorizar, cuidarme, etc… Ayer por ejemplo tomé una decisión importante para mí. Fue la de tomar un hostal y dejar de estar en casas de amigos. Más allá de que los amigos lo entiendan o no, si no paro, me voy a poner mala y si no estoy sola en una habitación, me voy a poner mala. A mí el cuerpo me para.
EI. Después de pasarte toda la infancia, adolescencia, juventud con un cuerpo que es como prestado y que puedes machacarlo cuanto quieras, ves que sigue estando ahí. Una puede aprende a cuidar el cuerpo con la edad. Esto es algo importante para llegar a ser adulta.
VR. Mi objetivo es habitar el cuerpo, mi objetivo en el escenario es encontrarme a través del cuerpo.
EI. Y mañana en el concierto, ¿cómo vamos a ver tu cuerpo?
VR. Lo vas a ver tocando en su posición natural, percusión, como me siento más segura y mejor. Luego con la guitarra. Y también mi cuerpo sin instrumentos. Para mí los instrumentos son una manera de taparte. La guitarra sirve, pero la batería es el mejor complemento del mundo para taparte, nadie te ve, nadie se acuerda de ti. Empecé a tocar con la batería, salí de ahí para entrar a la guitarra y ahora estoy en el camino de decir: Sin nada, probar con mucho menos. Uf, me temo que estoy siendo demasiado honesta. Esto es un sincericidio.
Estar delante de un escenario con tu cuerpo, sin ningún instrumento delante es todo un reto, debe ser la hostia. Es un permitirse muy grande. Estoy en ese camino, Tengo algunos temas en los que canto sin tocar, quiero probar cada vez tocar menos y cantar más. Por un lado me escondo detrás de los instrumentos tengo que hacer muchas cosas. Es como una extensión de todas mis neurosis, tengo que hacerlo todo. Ser la mujer perfecta. Y tengo que hacerlo todo muy bien. Tengo que tocar percusión porque si no, no me van a querer.
EI. Aspiramos a la perfección aun cuando estamos criticando a la mujer perfecta, es una neurosis que se retroalimenta constantemente. Háblanos de tu canción: Mujer perfecta.
VR. Tres estrofas en tercera persona y una en primera. Era un tema pensado en tercera y primera. Soy esa, la primera persona que quiere ser la mujer perfecta y yo soy la que la critica. Tengo una locura con la perfección que no es normal. La primera loca de la pradera soy yo. La que más me exige soy yo.
EI. Yo también. Me cago en la mujer perfecta pero trato de hacerlo todo perfecto. Una se acaba dedicando a aquello que más le cuesta, lo que más le jode. En esas pequeñas neurosis que son muy grandes…
VR. Es que si no, no hablaríamos de eso. Yo si no lo hiciera, petaría. Si no escribiera estaría loca de manicomio.
EI. Como la mujer lombriz que convierte la mierda en abono. El arte hecho desde el cuerpo femenino tiene intereses diferentes a si se hace desde el cuerpo masculino. Habla de realidad. No sabes cómo es posible que el sistema te señale todos tus defectos pero tú no puedes concebirte con ese cuerpo y esos defectos.
VR. En la canción del bigote escribí sobre la depilación. Por un lado quizás nos gustaría salir a todas partes con pelos en todos lados. Pero por otro, estamos dentro, vivimos de un sistema, formamos parte de él. Yo por mi parte no quiero hacer la revolución desde ahí…
EI. “Somos hijas de nuestra madre, pero también de nuestra cultura”. Foster Wallace hizo un escrito sobre esto: Un pez joven y un pez viejo se preguntan por el agua y el joven no lo entiende, ¿Qué es el agua? Todo lo que te rodea. Con la cultura también es así. Hay que saber dónde te sitúas para seguir con esa revolución que tú has heredado también y los puntos que se trataron en una época, y se siguen tratando pero probar, modificar esos puntos. Y tenemos como mucho miedo a equivocarnos. Y hay derecho a equivocarme…
VR. No sólo tenemos el derecho, casi tenemos el deber. Si quieres crear algo, tienes que estar todo el tiempo equivocándote.
EI. Cuando se piensa en una mujer música, enseguida nos vienen a la cabeza intérpretes, no compositoras. Piensas en una mujer que canta. Es una mujer, es una cantante. Tu vienes de ser una percusionista y por lo que me cuentas la conquista es ser intérprete.
VR. Porque yo vengo de otro lado. Como de pequeña eres el bicho raro, luego haces patria de ese bicho raro que eres. Y resulta que eres súper original solo porque eres una chica percusionista. Bueno de alguna manera lo he buscado, lo he necesitado. Pero a mí ahora me encantaría salir a cantar, nada más, porque vengo del sitio contrario, no quiero tener que demostrar nada.
EI. La Virginia futura que se pone a cantar delante de todo el mundo, ¿cómo se va a presentar vestida?
VR. Pues no tengo ni puta idea, tengo muchísimos problemas con la ropa nunca sé cómo salir. Durante tres años tuve un uniforme de negro, como una especie de mono. Con la estética lo paso muy mal, no encuentro la forma de expresarme con la vestimenta, me cuesta mucho. Creo que voy bastante mal vestida y me da mucha envidia la gente que se viste bien. Una estilista me decía que el negro es como una barrera, y dije bueno, no me extraña, pongo una barrera. También hay una cuestión física, me pongo muchos pantalones porque toco el cajón. Quizás me pondría vestidos si no…
EI. Cualquiera que presenta su proyecto es muy valiente, yo me cagaría del miedo… ¿Cuando tú te subes ahí…?
VR. Subirse ahí es lo más difícil que hay… yo no lo sabía, una cosa es subirte a la batería y otra cantar. Me muero de miedo.
EI. Yo respeto a la gente que se sube al escenario, me guste o no me guste le tengo un respeto. Cuando más conocido eres, cuanto más expectativas ponen sobre ti parece que te vuelves más pequeña. O acabas interpretando o te fagocita del todo.
VR. Es muy extraño estar arriba del escenario. Ahora estoy en proceso. Es mi primer Lp. Estoy aprendiendo, viendo quién soy, qué tengo y puedo reflejar en las entrevistas. Qué digo y qué no digo. Ya estaba en el mundo de la música pero esto es distinto, no sabía dónde me estaba metiendo. Nada es como yo lo conocía. Una cosa es ser músico y otra, estar delante, ser el artista, la Front Woman. Es con lo que más he aprendido en mi vida. Y si además produces tu produces tu proyecto, olvídate.
EI. Producirse y tener el síndrome de la mujer perfecta es difícil, ¿no?
VR. Eso me diferencia de algunos compañeros que llevan esto mejor, no tienen este perfeccionismo. Es peligroso, es físicamente peligroso ser tan perfeccionista y autoproducirte, porque te olvidas de tu cuerpo, pasas con lo mínimo, en tu caso será parecido.
EI. Autoeditarse y querer ser perfecta. Si y ahora en mi libro encuentro fallos. ¡Hay erratas!
VR. Esto del perfeccionismo es algo para mirárselo muy seriamente. Mi terapeuta me decía que veía que tenía un rasgo de carácter en el que yo aspiraba a la santidad. Y es cierto, como que quieres ir hacia lo excelso. Y luego te preguntas. ¿Pero qué haces? Y tienes que tomar consciencia de tu humanidad.
EI. De aristas e imperfecciones se puede sacar algo y de ahí viene el arte, el que va de un cuerpo al otro… el que viaja entre los cuerpos.
VR. De todos modos creo que de cerca nadie es lo que se dice normal: Lo pienso cuando miro en el Facebook, a esa chica popular de clase que le iba tan bien.
La he estado cotilleando y parece que vive bien. De repente pensé, ¿Cómo se viviría siendo ella? ¿Cómo se sintió siendo la chica perfecta? Me encantaría verla y decirle: ¿Tú sabías que eras la hostia? ¿Te sentías así?
EI. Igual ella tenía otra percepción sí misma. Yo cuando publiqué pasajes de mi infancia me escribieron compañeras del colegio que me decían que nunca se lo hubieran imaginado porque desde fuera se veía de otra manera. Para terminar, ¿qué artistas mujeres te interesan?
VR. Creo que hay una emergencia latinoamericana increíble. Chicas de veinte y pocos años, de México y de Chile sobre todo. Hay una que se llama Francisca Valenzuela que tenía fama de indie y se había puesto tan de moda y tan rápido que no me interesaba a priori. Pero luego vi un vídeo de una canción que se llama Buen Soldado, y me pareció magnífica. Toca el piano, canta, es preciosa, mírala. Francisca Valenzuela es maravillosa. Luego Natalia Lafourcade y Ximena Sariñana , ambas son mexicanas. Esperanza Spalding. Y cómo no, Lila Downs. Hay muchas mujeres maravillosas. Y bueno, ahora borrad todo esto, ha sido un error…
EI. Ha sido un error bonito
VR. Sí, ha sido un error bonito.
Texto: Erika Irusta y Virginia Rodrigo
Fotos: Ismael LLopis
