Iker Jiménez nos invita a adentramos en sus obsesiones, invitar es un decir pues son 12 euros, 4 más si quieres su voz te susurre en la audioguía. Su Nave del misterio aterriza en el Teatro Coliseum de Barcelona en forma de exposición; está centrada en su programa Cuarto milenio. Una muestra de elementos clave que han movido a Iker lo suficiente para que en el 2002 comenzara mostrarlos al mundo y así cumplir ahora una trayectoria periodística de por lo menos 25 años. Más que una muestra, te adentras a un mundo que tiene sus propios y peculiares códigos. Una vez ha elegido el Teatro Coliseum como escenario. Sin pensar lo que te ibas a encontrar dentro del recinto, primero entras por las escaleras laterales iluminadas por una luz tenue verdosa idónea para llegar a la sala de los chamanes viajeros porque ellos son capaces “de viajar al otro mundo y regresar”. Primer toque de encantamiento a un mundo que está latente en nuestros antepasados de todo el mundo: Congo, Papúa, Amazonia, Estados Unidos, México, Perú, etc.
Comienza el misterio… pero llega el terror con las momias. Las bocas abiertas se quedan cortas de miedo al ver la mirada hueca… vacía de “La novia Cadáver” o de las momias de Chinchorro, que nos cuentan son las más antiguas del mundo (7.000 a. C.) o de Los Tocharians, todas ellas también viajeras, pero del tiempo como “un intento de vencer a la muerte”.
Y las abducciones comienzan con la zona de alienígenas o “astronautas de la antigüedad” como llaman a las culturas prehispánicas y pones cara de what! al ver que están ahí los Atlantes de Tula, México… todos ellos visitantes, representaciones de las leyendas testimoniales a los que se les aparecieron…
Pero lo que realmente te abduce, y te pone un poco a tono también, es la oscuridad de la zona roja, donde se ubican muestras de las torturas de la Santa Inquisición trasladándote al dolor de las victimas de las cabezas degolladas que están dentro del Toro de Bronce que se usaba como horno para quemarlas vivas. No dejan de seguirte las miradas de los muñecos diabólicos que están por el centro de la habitación y que miran también a cómo no, “La Vampira de Barcelona” vestida toda ella de negro tapando, con su mano, la boca de una niña. Cuando miras a “El niño compadrito” de los años sesenta que es capaz de maldecir al mismo tiempo que proteger… o los Vampiros de Entremont, se te congela la sangre…
Lejos de este susto te recibe la criptozona con reproducciones a escala real de las focas-murciélago y en general híbridos de insectos, dinosaurios y animales del que no hay una existencia certera pero que fascinan en su estética.
Las mezclas de emociones comienzan a brotar justo cuando ya sales de la sala al mundo insólito de los barcos desaparecidos y los buzos olvidados, o bien el famoso caso de la Casa Bélmez y cómo no, los clásicos, donde ves la representación del Hombre elefante, o de Nosferatu, o el Yeti… que te plantean ir a los Expedientes X para seguir con el encantamiento iniciado.
De dónde venimos, a dónde vamos, qué hay más allá, qué hay detrás, a los lados, en el fondo de nosotros y de nuestras mentes. Iker no se ha cansado de indagar y entrar a los más extraños rincones del mundo. Pasen y vean… la exposición estará abierta hasta el 01 de octubre y el 2 y 3 de octubre el público presenciará de la mano de Iker Jiménez y Carmen Poter las “Noches del misterio”.
Texto: Carolina Hernández Terrazas
Fotos: Ismael Llopis