Ayer las chicas de El prostíbulo poético hicieron una fiesta en un auténtico meublé, que es un hotel por horas para follar con quien no es tu pareja habitual y sin que ésta lo sepa. Había palomitas, proyecciones de porno, venta de lencería, música en vivo estilo años cuarenta; todo ello creaba un ambiente muy chic para jugar a ser bobos picantones. En medio, los poemas privados de las chicas en las impolutas habitaciones daban un punto crudo y brutal que rompía cualquier mascarada y te enchufaba.
Fotos: Ismael LLopis