Poble Sec sigue siendo un hervidero de cultura, arte y diversión a partes iguales. Anoche nos colamos en el Hotel Brummell, donde el colectivo de poetas Prostíbulo Poético nos introdujo en un mundo de misterio que haría las delicias de David Lynch, en un evento exclusivo para socios del prostíbulo y para clientes del hotel. La escalera de emergencias, sus recovecos, la sauna, el ascensor y otros espacios se convirtieron en lugares donde tener un privado, un vis a vis con cualquiera de las integrantes de este burdel de fantasía. Y los integrantes, porque también hay chicos. Las próximas citas serán cada luna llena. Como hacen los licántropos. La lencería es de Rosario Puñales Lingerie y los abrigos de Fancy Cocó.
Texto: Belén Berlín
Fotos: Ismael Llopis